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Categoría: Alrededor del turismo
En 1976, cuando México organizó su primer Tianguis Turistico para la industria de viaje, Acapulco fue no sólo la elección obvia para acoger el acontecimiento, pero la única elección posible y duró por más de tres décadas. En marzo, por primera vez, el Tianguis fue puesto en otra parte. Acapulco, actuó basándose en su tradición y anunció que estaría preparando su propio Tianguis en septiembre.
Para algunos, esto puede sonar como reacción exage­rada. Puede ser que Hilton y Hyatt se ha ido, pero los hoteles que ocuparon permanecen. Mejor que nunca, algunos dirían. El clásico Boca Chica en la bahía no es exactamente nuevo, pero nadie quien lo conoció antes reconocerá su re-encarnación espectacular.
Hilton fue la primera cadena internacional en llegar a Acapulco, seguido por otros. Antonio Enríquez Savignac en el Banco de México estuvo entre los economistas quienes fueron impresionados. “Lo que este país necesita,” se dice dijo Enriquez Savignac , “es más Acapulcos.”
Y México consiguió lo que Enriquez Savignac deseó. Vino primero Cancún. Luego, Puerto Vallarta floreció, después Los Cabos, y más y más. Acapulco se encontró casi destruido por su propio éxito. Pero no.
Lo que es nuevo son todas las torres de condominios que hoy casi bloquean cualquier vista de la bahía desde la Costera. Como un posadero lamentó, los turistas del D.F. ahora tienen sus propios departamentos y ya no se quedan en hoteles cuando  llegan para sus fines de semana. Manejar a Acapulco toma poco más tiempo que manejando a Valle de Bravo o San Miguel de Allende, pero cuando llegas, tienes el mar.
¿Y si torres de condominio han estado brotando como hierbas por la bahía, qué puede ser dicho de Acapulco Diamante? Diamante es el una vez casi vacío tramo  donde la Carretera Escénica empieza cerca de Las Brisas, continuando hasta el aeropuerto. Ya no está vacío. Diamante es el sitio, la dirección del nuevo y suntuosa Banyan Tree, seguramente el más elegante retiro que puede ser encontrado en este lado del Pacífico. Casi al lado, Fairmont ha invertido 30 millones de dólares para crear a Pearl, un enclave exclusivo en terrenos del hotel Princess más el Country Club Dunas de Tortuga (inaugurado sólo hace unas semanas) que incluye la primera Academia de Golf de Lorena Ochoa.
Próximo es Mundo Imperial, ahora casi concluido. El Forum, un auditorio con cuatro mil asientos, ha estado funcionando desde 2008 y el Expo, con 22,500 metros cuadrados para exhibiciones y 50 salas de reunión capaz de albergar 22 mil personas, fue inaugurado en el octubre pasado. Los primeros 400 de un total de 800 cuartos en el Resort deben estar listos para el fin del año. La Isla, casi al otro lado de la calle, ya esta terminada. La Isla es donde encontrarás Carlos n’ Charlie’s, un punto famoso  por tantos años en el Costera, más numerosas tiendas de renombre y restaurantes.
Y ahora leemos que inversionistas echan una mirada a lo que es llamado Acapulco Tradicional, el área alrededor de Caleta y Roqueta. Allí se abrieron los primero hoteles recreativos en Acapulco, muchos en las cumbres donde se podían agarrar brisas en aquellos días antes del aire acondicionado.
Todo esto es la prueba que Acapulco nunca fue destruido por su propio éxito. ¿Cambiado? Si. Lo único que no cambia en esta vida es el cambio. Lo que permanece igual es el maravilloso clima. A veces, sin duda, llueve en Acapulco, pero casi nunca por mucho tiempo. Puede hacer calor, pero frío nunca. ¿Arriesgado? El peligro más grande, en mí opinión, viene de coches y camiones cuando estas obligado a cruzar el Costera.
En cuanto a siendo sólo una escape de fin de semana para los chilangos ¿qué podría ser una mejor recomendación? Peter Greenberg, que reclama  ser la autoridad de viajes más respetada en Estados Unidos, exalta constantemente los restaurantes y los destinos como siendo “un favorito con la gente local”. Eso quizás sea un lema bueno para Acapulco. ¿Después de todo, quien sabe más acerca de México que los mexicanos?