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Como una carta de amor al pueblo Guanajuatense, Villa Santa Mónica, una finca del siglo XVII en San Miguel de Allende, fue reconstruida por José Guadalupe Mojica en el estilo neocolonial español. La Villa fue sede de lujosas reuniones, atrayendo a artistas y celebridades de renombre. Entre los huéspedes de la villa se encontraron a María Félix, Dolores del Río, John Wayne y otras personalidades de la época. Hoy en día, Mojica es reconocido como Ciudadano Distinguido de San Miguel de Allende, y Villa Santa Mónica es un hito cultural, honrando su legado.

 

Villa Santa Mónica 1

Doce habitaciones con chimenea, decoradas individualmente para honrar el estilo colonial de la región, brindan la experiencia de disfrutar las estancias que, en su tiempo, también gozaron aquellos selectos invitados. Disfrutar de un café de la olla, cuando recién abre el día en algunas de las terrazas de sus suites es inigualable y encantador.

 

El restaurante tiene un jardín central, propio de una hacienda, ataviado con una fuente de piedra. De lunes a sábado, de 8:00A.M. a 12:00P.M., disfrute de un desayuno energizante para disfrutar de las más de 54 atracciones que forman parte del patrimonio histórico cultural de San Miguel de Allende. De Villa Santa Mónica al centro de la ciudad camine sólo 12 minutos y disfrute de todo lo que este maravilloso y mágico pueblo ofrece.

 

Villa Santa Mónica 2

 

La comida se sirve, de lunes a sábado, de 12:00P.M. a 5:00P.M. igualmente en el restaurante con mesas dispuestas alrededor del patio central. La sazón de la cocina en Villa Santa Mónica, lo transportará a aquellos caserones en los que la cocinera preparaba viandas para el deleite de la familia y sus invitados.

 

Los domingos, de 9:00A.M. a 2:00P.M., el Bruch es extenso y bien presentado. Van los cereales, las frutas de la temporada, el pan dulce hecho en casa, ¡con los mejores roles de canela que he comido en años! Una selección de platillos tradicionales de México y una barra de ensaladas. Claro que no podría faltar: una estación de omelettes y quesadillas con los maravillosos rellenos como flor de calabaza, champiñones, huitlacoche, entre otros. Por supuesto, sería imperdonable no tomar unas refrescantes mimosas.

 

 

Villa Santa Mónica 3

Por las tardes, las margaritas y los cocteles creados por el ingenio de los amables anfitriones del restaurante. La fuente del jardín central canta a la tarde y un playlist de lo más ad-hoc completan la ambientación para despedir la noche con familia y amigos.