Por Daniel Olivares Villagómez.
- Histórico aumento de los días de vacaciones.
En una larga negociación al interior del Senado de la República, finalmente se aprobó la iniciativa que dobla la cantidad de días de vacaciones que serán disfrutados por los trabajadores a partir del primer año de trabajo.
Desde el principio del sexenio se empezó a manejar esta posibilidad, hecho desde luego de suma importancia para el turismo, pues este aumento impacta en la oportunidad de que más mexicanos puedan viajar en forma programada, con lo que la derrama económica se ve beneficiada.
Es importante recordar que el atraso que presenta nuestro país en este tema es muy grande, pues los escasos seis días de vacaciones con los que actualmente se cuenta son a todas luces insuficientes:
México está debajo incluso que Hong Kong y Taiwán, que cuentan con 7 días de vacaciones por año, muy cerca del nivel de China, donde los trabajadores disponen de un mínimo de 5 días. Japón, cuenta 10 días de vacaciones, mientras que, en Etiopía, Turquía y Vietnam, los trabajadores disfrutan de 12 días. En Chile tienen derecho a 15 días, algo similar a lo que ocurre en Canadá, donde cada trabajador tiene derecho a dos semanas de vacaciones pagadas, siendo tres semanas en el caso del sexto año de servicio.
Como se puede apreciar, México está por debajo de la mayoría de los países asiáticos, que suelen tener un promedio de pocos días de vacaciones por año, con jornadas laborales más largas que en otros países. Esto tiene que ver con una cultura laboral más exigente. Países hermanos latinoamericanos nos superan por mucho a este respecto, pues en Brasil, cuentan con ¡30 días! Ya la comparación con los días de vacaciones en países europeos resulta francamente escandalosa por lo vergonzante para el pésimo estilo gerencial imperante en México, veáse si no: Alemania, 20 días hábiles, España, 22 días, Austria, Dinamarca, Suecia y Noruega, 25 días, Luxemburgo, 25 días, Francia y Finlandia, 30 días.
Algunos estudios recientes aseguran que los trabajadores que disfrutan de más días de vacaciones por año y que tienen jornadas laborales más reducidas, pueden ver incrementada su productividad, como afirma por ejemplo un artículo de la Harvard Business Review. No es sorprendente: La interacción familiar aumenta la felicidad de un profesional y el descanso adicional produce un mayor bienestar físico y emocional que se traduce en horas más productivas.
Ojalá esto lo entendiera la cabezota clase empresarial mexicana, que salvo escasas excepciones sigue teniendo una mentalidad de encomendero colonial, y que ha estado muy activa cabildeando para evitar que la iniciativa progrese, de hecho, gracias a su actuar, ha quedado pendiente la reducción de la jornada laboral, que se propone sea de 7 horas. Esta pésima incultura patronal está anclada en la explotación, el abuso y el maltrato, sobre todo en los grandes consorcios comerciales, en donde se espera que el trabajador literalmente se case de tiempo completo con la empresa a cambio de un mísero salario, y que no tenga la osadía ni el mal gusto de pedir vacaciones. Ese tipo de patrones refuerzan la desigualdad, la pobreza, el clasismo e incluso el racismo: Pareciera para estos patrones que el turismo es solo para los “whitexicans”. Ojalá esta modificación en la que ya por lo menos se contará a partir de 2023 con 12 días de vacaciones inspire una nueva cultura empresarial.
