• Ello ha facilitado la ayuda internacional
Por Víctor Manuel Bermúdez
Tantas veces denostado, vituperado, vilipendiado y otros calificativos que ha tenido que soportar además de la fuerza de la naturaleza, como es el caso de los tres terremotos más violentos que han estremecido a la capital del país.
Sin embargo el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) ha permanecido inquebrantable y ha podido sortear los estragos ocasionados por los tremendos sismos ocurridos en los años de 1957 el domingo 28 de julio de magnitud 7.7 en la escala de Richter con epicentro en Acapulco; en 1985 el jueves 19 de septiembre alcanzó los 8.1 grados con epicentro en las costas de Guerrero y Michoacán y por último el más reciente ocurrido exactamente 32 años después en la misma fecha, el del martes 19 de septiembre de 2017 con una intensidad de 7.1 grados con epicentro en Axochiapan, Morelos y Chiautla de Tapia, Puebla.
Me he saltado el ocurrido 10 días antes de este último, el del pasado 7 de septiembre que fue de 8.2 grados, el más fuerte que ha sucedido en nuestro país pero que no ocasionó grandes daños en la capital mexicana debido a la lejanía del epicentro, sus estragos afectaron a Oaxaca y Chiapas, en donde por cierto el sábado 23 de septiembre por la mañana, tres sismos más sacudieron esas entidades, uno de ellos de 6.1 grados con epicentro en Unión Hidalgo, Oaxaca.
Retomando lo referente al “Benito Juárez” tendremos que resaltar que ha sido una pieza de la mayor importancia para recibir la ayuda internacional debido a que en el 85 por sus pistas pudieron aterrizar los grandes aviones como el Galaxy C-5 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos o el Antonov 225 de la Unión Soviética.
Un procedimiento por protocolo es tras un fuerte movimiento telúrico se deben suspender las operaciones aéreas para revisión de pistas, torre de control y condiciones de los edificios, desviando los vuelos a puertos aéreos alternos fuera de la zona de los sismos.
El pasado 19 de septiembre de 2017, tras el fuerte temblor que ocurrió a las 13:14:40 con una duración de 90 segundos. Se desalojaron: La torre de control localizada a un lado de la Terminal 2; así como la torre para posiciones de la T2, en tanto que en la Terminal 1 se evacuó la antigua torre, hoy utilizada como Centro de Control de Operaciones (CCO), misma que sufrió la rotura de uno de sus gruesos vidrios.
Las pistas no sufrieron daños, se reportó, pero había dudas con respecto a la Torre de Control, debido a que parecía que estaba un poco inclinada. Después de poco más de tres horas se reabrieron las operaciones aéreas, utilizando los controladores la torre para posiciones de manera provisional, fue hasta las 22:00 horas aproximadamente cuando pudieron regresar a sus instalaciones originales para dirigir el tráfico aéreo.
Es importante mencionar que el edificio de la Terminal 2 sufrió roturas de vidrios en la zona de estacionamientos así como el levantamiento de la carpeta asfáltica en área de subida hacia la salida de vuelos, a un lado de la entrada al edificio de estacionamiento; también hubo desprendimientos de acabados en partes del exterior del hotel localizado dentro del complejo de la T2.
Por lo que se refiere a los daños ocasionados en la Terminal 1 fueron mínimos, roturas de vidrios, levantamiento del piso en algunas partes del ambulatorio en el ala destinada para vuelos nacionales.
La ayuda internacional ha sido solidaria y fluida, al puerto aéreo capitalino han arribado rescatistas con canes, toneladas de equipos especiales y otros implementos para los damnificados provenientes de países como: Estados Unidos, Israel, España, Alemania, Japón, Turquía, Chile, Perú, Colombia, Panamá, Costa Rica, Honduras, Ecuador, entre otros.
Notable la participación de los jóvenes de manera organizada, definitivamente este México es muy diferente al de 1985, la cifra negra así lo confirma; la emblemática Torre Latinoamericana misma que también ha soportado los tres terremotos de mayor intensidad que ha sufrido la Ciudad de México, incluso las nuevas construcciones de rascacielos permanecen sin daños.
