• Usos: militar, seguridad, salud, comercial, deportivo
• México requiere mayor participación en su desarrollo
Por Víctor Manuel Bermúdez
Un inmenso campo de posibilidades para el uso de los Sistemas de Aeronave Pilotada a Distancia como se les llama oficialmente a los vehículos aéreos no tripulado o drones, cuyas posibilidades de uso son bastante extensas, comparable a la amplia gama de aplicaciones del Rayo Láser.
Es importante no solo reglamentar sino controlar sus usos y llevar una lista puntual de fabricantes y propietarios, ya que pueden utilizarse para el bien pero también pueden ser utilizados por criminales, terroristas, narcotraficantes, entre otros.
Dado que la clasificación oficial los distingue en tres tipos: hasta dos kilogramos de peso, de hasta 25 kilos y de más de 25 kilogramos; no pueden ser operados en los perímetros aeroportuarios y helipuertos.
Además de que todos los drones de uso comercial deberán de contar con una póliza de seguro de responsabilidad civil contra daños a terceros y los de más de dos kilos deberán de tener la autorización de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) y los operadores de este tipo de naves de más de 25 kilos deberán de poseer una licencia de piloto.
Como siempre los países industrializados van a la vanguardia de las nuevas tecnologías, nuestro país se ha quedado rezagado en la implementación de estos adelantos que pueden ser utilizados en diversas industrias.
Recordemos que los norteamericanos han usado militarmente los drones para combates armados, para espionaje y los han empleado para vigilar sus fronteras principalmente la que colinda con la nación mexicana para evitar el ingreso de ilegales y el tráfico de drogas.
México pudiera usar los drones para evitar el robo en los ductos de combustible de Pemex, una forma de disminuir el riesgo de perder vidas humanas y combatir efectivamente a los “guachicoleros”.
Algunas industrias nacionales ya los usan, entre ellas se encuentran las de la construcción, la minería, las producciones cinematográficas, en la topografía, medios de comunicación, la de bienes raíces, seguridad entre algunas otras.
En la práctica con fines recreativos o deportivos, se ha formado una Asociación Nacional de Mini Aviación y Aeromodelismo incorporada a la Federación de Aeronáutica Internacional (FAI), misma que se coloca a la vanguardia convocando a las competencias a nivel mundial de drones.
En España por ejemplo tienen restricciones de altitud para aquellos que estén en el rango de más de 25 kilos y menos de 150 kilos deberán de contar con una licencia de piloto de este tipo de vehículos no tripulados que deberán de contener una placa de identificación con el nombre del fabricante y los datos fiscales de la empresa y no podrán volar a más de 120 metros de altura.
Una de las restricciones técnicas de estas aeronaves es la capacidad de vuelo supeditada al tipo de combustible o fuente de energía, aunque ahora se están experimentando con paneles solares.
Otros avances que muestran los drones es que existen algunos que ya no necesitan la caja de control pues se ha diseñado un interface de vuelo que puede ser dirigido por el brazo humano o por la palma de la mano, eliminando por completo cualquier otro tipo de aparatos.
Las naves de vuelo no tripuladas también pueden clasificarse por su techo o altura y alcance máximo que fluctúan entre los rangos de 2000 pies de altitud, 600 metros y dos kilómetros de distancia hasta los denominados Hale, por sus siglas en Inglés, que operan a más de 30,000 pies de altitud y a un alcance indeterminado; los Hipersónicos que alcanzan una velocidad de 5 Mach, altitud de 50, 000 pies y 200 kilómetros de alcance.
Además de los que trabajan en orbitas bajas terrestres a Mach 25 de velocidad llamados Orbitales y los CIS lunar que viajan entre la tierra y la luna; su campo de acción es aeroespacial.
Recientemente compañías internacionales de paquetería están haciendo entregas por este medio, así como las sanitarias están practicando para erradicar la mosca Tse Tse en algunas regiones del orbe.
Como podemos observar cada día se descubren más aplicaciones de este tipo de naves aéreas sin tripulación, así como su desarrollo tecnológico está en constante evolución, por ello podemos decir que estamos viviendo la era de los drones.
