• Líneas Aéreas de Estados Unidos y Europa se fortalecieron
• En México existe la reticencia para su implementación
Por Víctor Manuel Bermúdez
En tanto que importantes empresas aéreas se fusionaron como una medida para poder competir en un mercado globalizado, las líneas aéreas mexicanas se han resistido a implementar esa figura que les permitiría contender con mayores argumentos.
Aún recordamos la insistencia en el sexenio calderonista del entonces titular de Comunicaciones y Transportes, Juan Molinar Horcasitas de conminar a las dos principales aerolíneas de nuestro país Aeroméxico y Mexicana para que se fusionaran, sin embargo nunca quisieron aceptar la recomendación, el resultado la desaparición de una de ellas.
Ahora se ha desatado una lucha encabezada por el gremio sindical aeronáutico que agrupa a ocho sindicatos del sector en el llamado” Frente por la Defensa de la Aviación Nacional” para evitar que México implemente la cláusula de “Cielos Abiertos” en el Convenio Bilateral Aéreo con los Estados Unidos que se firmará el año entrante.
Retomando las fusiones es importante recordar como Air France y KLM llevaron al cabo una de las primeras que sacudió a la industria aérea mundial, pero las estadounidenses reaccionaron y lograron establecer verdaderas mega compañías aéreas que les permitirían seguir compitiendo en el mercado internacional.
Desde 2008 el mapa de la industria aérea de la Unión Americana ha cambiado radicalmente, de ocho compañías aéreas que abarcaban el mercado ahora son cuatro “gigantes”. En ese año arrancó la fusión Delta-Northwest con más de 1000 aeronaves.
United y Continental lograron su fusión en el 2010 con una cantidad de aviones que rebasaban las mil unidades; Southwest compró AirTrain en el 2012; American Airlines- US Airways se fusionaron en 2013 creando una línea aérea con 1500 aviones.
Importantes fusiones de aerolíneas europeas como la española Iberia con British; la alemana Lufthansa con Austrian Airlines, ahí podemos apreciar que no obstante de pertenecer a diferentes países han logrado llega a acuerdos para integrarse.
En zona latinoamericana podemos mencionar la unión entre la chilena Lan con la brasileña Tam de la que surgió Latam Airlines Group; De la fusión de la colombiana Avianca y la salvadoreña Taca se formó la empresa Avianca Taca Holding S.A. Aquí también podemos observar como líneas aéreas de diferentes naciones se han unido para competir.
Ventajas de la fusión de las líneas aéreas sin lugar a dudas la encabeza la reducción de costos, ya que habrán de reducirse de manera significativa como por ejemplo en el mantenimiento de las flotas aéreas, uso común de oficinas de ventas, ahorros en gastos de administración, operación, contables y financieros.
En contraparte existe una importante reducción de personal por tanto el desempleo aumenta, así también se adelantan jubilaciones y la plantilla laboral se reduce de manera drástica, subsistiendo los más capaces y los de menor edad por regla general.
Quizás una forma de poder hacer frente a la política de cielos abiertos sea la fusión, no obstante lo disparejo de los competidores ya que mientras en la aviación comercial mexicana la flota es de apenas las 318 aeronaves con las que moviliza 49 millones de pasajeros anualmente, mientras que la estadounidense supera las 7 mil unidades aéreas con un movimiento de 787 millones de viajeros al año.
La competencia directa con esas megas compañías aéreas norteamericanas podría traer como consecuencia que las aerolíneas nacionales menos consolidadas y principalmente en una primera instancia las más pequeñas quedarían fuera del mercado.
Los sindicalizados mexicanos han pedido al gobierno la implementación de una Política de Estado que proteja la Industria Aérea, sobretodo que los “cielos abiertos” queden condicionados a la aceptación de la “cláusula de inmunidad antimonopólica”.
Se trata de que ante posibles alianzas no se aplique el argumento de colusión como una represalia por parte de los participantes, además de poder competir en un suelo más parejo.
Organismos como la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) consideran que la apertura del sector beneficia al usuario con mejores tarifas, aumenta la oferta y la calidad del servicio y por tanto se incrementa el flujo de pasajeros.
Estados Unidos tiene en la actualidad acuerdos de cielos abiertos con 113 países alrededor del mundo, de economías distintas, argumentan los norteamericanos que se incrementa el intercambio de mercancías, se promueve el turismo, la productividad aumenta, crea oportunidades de mejores empleos y se incentiva la economía.
En contraste se manifiesta que con la liberación del sector habría una quiebra de empresas nacionales poco competitivas, perdida del mercado por parte de las aerolíneas nacionales y rotación de empleados hacia las firmas más eficientes.
