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Categoría: Hotelería

Hace algunos años, nadie en su sano juicio pensaría en ir

a comer a un hotel, pues aún quienes estaban ahí hospedados salían a buscar otras opciones en los alrededores.
Hoy en día, tras una labor incansable, los ejecutivos y chefs del hotel Presidente Intercontinental de la Ciudad de México han logrado revertir esa tendencia y lo han convertido en uno de los centros gastronómicos más importantes de Latinoamérica, sobre todo cuando pensamos en sus cuatro restaurantes de marca: Palm, Au Pied de Cochón, Alfredo di Roma y Zhen Shanghái, así como en su magnífica cava con más de 1,800 etiquetas de las mejores regiones vitivinícolas del mundo, comandada por el somelier Pedro Poncelis, quien sin duda es el mejor de nuestro país y ha logrado los más altos reconocimientos de revistas especializadas, como Wine Spectator.



PALM

Toda una leyenda originada en 1926 en el barrio italiano de New York, Palm se ha convertido, sin duda, en la mejor Steak and Lobster House, con memorables cortes de calidad US Prime y langosta jumbo de Nova Scotia.
Ahí, el chef Luis del Sordo se encuentra en la plena madurez de su carrera profesional, la cual incluye desde estudios en Suiza hasta haber visitado más de 50 países como chef del Pacific Princess, el famoso Crucero del Amor, donde conoció a chefs tan renombrados como Paul Bocuse, hasta haber traído la cocina californiana y la cocina fusión a México.
Hoy, tiene bien puesta la camiseta de Palm y se asegura de que todos los ingredientes sean de una frescura inmejorable y de que todas las recetas se preparen a la perfección. “Las porciones son muy generosas –dice—y nos preocupamos siempre por conservar la más alta calidad en los platillos, algo que los clientes valoran. Nos dedicamos a un tipo específico de cocina y no pretendemos abarcar todas las gastronomías o todos los estilos. Nuestros platos estrella son el New York, el filete mignon y la langosta de Maine”.



AU PIED DE COCHÓN

Au Pied de Cochón tiene 65 años de tradición en París y 12 en la Ciudad de México. Ofrece cocina francesa tradicional y está abierto las 24 horas del día, los 365 días del año.
En medio de una atractiva decoración art nouveau con finos acabados en madera y mármol, el chef Yann Cozic deleita a sus comensales con la mejor sopa de cebolla, un delirante rib eye con salsa bearnesa y, por supuesto, la clásica creme brulee.
El servicio es impecable y habla muy bien de la capacitación que se procura a quienes ahí trabajan. Ya sea en la terraza o en el interior del restaurante, podemos disfrutar platillos tan atractivos como su premiada pata de cerdo horneada con salsa bearnesa, croquetas de queso camembert con miel de romero, gallo al vino tinto y el huachinango con pasta de aceitunas negras, así como una espectacular barra de mariscos frescos, destacando sus cinco recetas de ostiones, caracoles, camarones gigantes y almejas, aunque nadie debe olvidar la tártara de res, el chamorro de cerdo, el lechón confitado con lentejas y tocino y los riñones de ternera, entre otras delicias de la tradición gastronómica francesa.


ALFREDO DI ROMA

Nada más clásico que la cocina italiana conquistando al mundo y el mejor ejemplo es Alfredo di Roma, un feudo que empezó en Roma hace tres generaciones de la familia Di Lelio y que ahora se encuentra también en la Ciudad de México, Puebla y Cozumel.
Aquí, en medio de una ambientación plena de pastas, quesos y prosciuttos, los comensales encuentran lo mejor de la gastronomía clásica de Italia con el toque de la región del Piamonte que le pone su chef ejecutivo Mauro Chiecchio, quien además ha logrado que cientos, quizá miles, de comensales se enamoren perdidamente de la receta estrella del restaurante, el famoso Fetuccini Alfredo, un manjar que logra extraer los sabores más profundos y evocadores de los ingredientes más sencillos y naturales, un platillo que, sin exagerar, hay que probar aunque sea una vez en la vida.
Sin embargo, desde octubre de 1996 Alfredo di Roma prepara en el Presidente Intercontinental platillos tan tentadores como los auténticos ravioli de carne, el frito de calamar, el robalo al horno con papas, el tagliolini con camarones y calabacitas o el filete de res en costra de especias con salsa de pimienta rosa.
Tres o cuatro veces al año se hacen festivales gastronómicos de diferentes regiones de Italia, siempre conservando la buena costumbre de importar los mejores ingredientes: quesos, aceites de oliva, aceitunas, pastas secas (las frescas se hacen en casa). Además, de vez en cuando el chef experimenta y combina las tradiciones de Italia y México, como en las flores de calabaza rellenas de mozarela y anchoas con salsa ligera de jitomate.
ZHEN  SHANGHÁI


Sin lugar a dudas, la mejor gastronomía oriental que se puede probar en México. Zhen Shanghái es el refugio del pato laqueado y de los mejores platillos al wok que pueda usted imaginar.
El chef Ip Sun Lamm, originario de Hong Kong, ha traído al Presidente Intercontinental la mejor tradición de la cocina china en un maravilloso abanico de contrastes entre la intensidad y la delicadeza de los sabores, los aromas y las texturas al paladar, todo dentro de un ambiente sofisticado y elegante, con atmósfera oriental y toques contemporáneos.
El pato pekinés es toda una obra de arte, pero también hay que probar la sopa de aleta de tiburón, el abulón, los pescados y el dim sum.

UNA PROPUESTA GASTRONÓMICA

“Lo que vendemos es una experiencia de autenticidad –nos platica Jean Christophe Prioux, Director de Restaurantes de Marca—, que la gente que vaya a Alfredo di Roma se sienta en Italia y la que vaya a Au Pied de Cochón pruebe un pedacito de Francia, etcétera.


“Cada franquicia tiene estándares de calidad y servicio que nosotros seguimos –añade—: alimentos, servicio, loza, mobiliario. Por eso importamos gran parte de los ingredientes, para tener los sabores originales. La gente de la embajada de China, por ejemplo, identifica al Zhen Shanghái como el lugar de comida china más auténtico de México.
“Nosotros nunca pensamos que ya logramos todo –dice—, siempre estamos mejorando y creando nuevos platillos y a eso le añadimos la mejor cava de Latinoamérica para dar a los clientes una experiencia inolvidable.”
Por Vicente Ochoa Leyzaola